En la gastronomía, el atractivo visual de un plato es esencial en la experiencia del comensal. En el mundo del sushi esta necesidad por crear un plato vistoso y equilibrado a los ojos del consumidor juega un papel crucial (incluso más que en otras ramas gastronómicas). Es por ello que en sushi y cocina japonesa podemos ver cada vez más items decorativos asombrantemente creativos, tratando de sorprender la vista del comensal mientras mejora la experiencia gastronómica. El sushi es arte, y su emplatado no debe ser menos.
Tanto las flores como las hojas son, por lo general, los elementos decorativos más recurrentes en sushi. Pero eso no quiere decir que se hayan quedado anticuados, obsoletos… todo lo contrario: son una apuesta segura para cualquier roll o sashimi. A pesar de que sí que son elementos “comunes” a la hora de emplatar sushi, a lo largo de los años han ido reinventando la manera de emplearlos: en lugar de flores enteras solo pétalos, realizando diversos cortes en la hoja de bambú para modificar su forma…
PD: Además de los distintos colores y formas que podemos encontrar en las flores, las hojas de decoración japonesa son todo un mundo: formas, colores e incluso sabores por descubrir al combinarlas con el sushi (Ej.: La hoja de shiso).
Un elemento decorativo menos “tradicional” y que a la vez da mucho juego son los cortes en las frutas y las verduras para realizar distintas formas. Un ejemplo de ello son los sushimanes que utilizan zanahorias para (mágicamente) crear una mariposa o aquellos que prefieren el pepino holandés para crear una flor. Estos dos ejemplos son solamente el pico del iceberg hacia un mundo de creatividad y reinvención en la decoración con estos elementos.
Para darle color y vida a los platos de sushi de una manera diferente, los profesionales del sector utilizan recursos creativos como por ejemplo convertir la sal en negro o rosa (sin arruinarse comprando sal del himalaya). Al teñir la sal con tinta de calamar (para hacerla negra) o con remolacha (para hacerla rosa) logramos crear, de un ingrediente sencillo, un detalle que captará la atención de los comensales. Otro elemento decorativo creado muy especial (y económico) se consigue tiñendo tempura con remolacha. Al realizar esto, la tempura con el color rosa / rojizo, logramos crear una especie de “coral” que sorprenderá a cualquiera.